Historia de las bicicletas de winora.

Una historia familiar que convierte una marca en una realidad

Un pequeño hito ha hecho de WINORA una marca con tradición. Hace casi 100 años, el fundador, Engelbert Wiener, no solo fundó una empresa y empezó a construir bicicletas. Con sus actos, sentó las bases de algo que a día de hoy resulta imprediscinble.

las primeras bicicletas para niños

Una historia de innovación

En 1921, construyó a mano las primeras bicicletas para sus hijas, Thea y Martha. Pero, ¿por qué aquello constituyó un hito? En aquella época, no existía la fabricación en serie de bicicletas para niños y jóvenes. Engelbert Wiener fue el primero en hacer esta forma de movilidad accesible a todas las generaciones. Quería que los demás pudieran desplazarse cómodamente igual que lo hacían su hermano y él, quienes habían sido campeones de Alemania en ciclismo por equipos. Quería poner a disposición de los demás esta experiencia única y la sensación de independencia que supone montar en bicicleta. Es el origen de nuestra marca.

Nuestras bicicletas y bicicletas eléctricas se han convertido en compañeras de confianza a lo largo de varias generaciones. Siempre están ahí cuando las necesitamos. En cualquier situación. Cuando los niños quieren descubrir el mundo sobre dos ruedas, ahí están. Son ideales para ir a la universidad o al trabajo y unas fieles compañeras en todo tipo de aventuras de ocio. Desafían cualquier viento en contra y son un medio de transporte seguro y sostenible. Por una movilidad que se pueda vivir hoy y mañana. En esto no nos guiamos por modas; nos guiamos por nuestro corazón, exactamente como hizo Engelbert Wiener.